
11 Mar Bizcocho de calabaza y coco
Los domingos invernales, sobre todo si son nublados, apetece quedarse en casa con la mantita y una buena bebida calentita. Y, ¿qué mejor si a esa bebida le acompaña un buen bizcocho?.
En mi familia es muy típico el bizcocho dominguero para el café/té de después de comer y el desayuno del día siguiente. Eso si, ni mucho menos es algo que hagamos todos los domingos. Solo de vez en cuando.
¿Qué es moderación?
Y es este «de vez en cuando» el que tanto cuesta comprender. La «moderación» de la que tanto nos hablan. Para ti, ¿qué es moderación?. Para unos puede ser una vez a la semana, un día si un día no, una vez al mes, o hasta una vez al año. No hay una definición exacta, y de ahí radica el problema.
Para mi, de vez en cuando depende del producto del que hablemos en sí. Si algo es malo, como puede ser un producto ultraprocesado, lo será siempre, por lo que cuanto menos lo consuma mejor, sobre todo para mi salud. Lo que no se debe hacer es tomar una vez al mes un donut, una vez al mes una pizza, una vez al mes una hamburguesa… y así hasta hacer que todos los días del mes estemos consumiendo productos insanos.
La mejor opción para no caer en estos productos es entrar en la cocina y ponernos manos a la obra. Aprender a cocinar es fundamental para tener una buena alimentación, reportándonos no solo beneficios en la salud, si no también al paladar, a la autoestima o al control del estrés.
¿Lo casero es siempre mejor?
Los postres caseros son mejores, pero no por ser caseros son más sanos. Si están hechos a base de harinas refinadas, azúcares y grasas de mala calidad, no serán mucho mejores que la bollería industrial. Por eso, recetas como esta, libre de esos ingredientes y hecha a base de otros de gran densidad nutricional, puede ser la mejor opción para comenzar a alejarnos de esos productos o para caprichos ocasionales.
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- Calabaza 200g
- Plátano 200g
- 3 huevos
- Harina integral de avena 150g
- Leche 100ml
- Levadura 1 sobre
- Coco rallado
- Manteca de anacardo/almendra
- Frutos secos
- Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE)
Primero hay que asar la calabaza, por lo que es recomendable hacerlo previamente para ahorrar tiempo (se puede guardar en el frigorífico). Y precalentamos el horno a 180º, arriba y abajo.
Con la calabaza asada haremos una especie de pasta o puré. Lo mismo haremos con el plátano, y juntaremos estos dos ingredientes al huevo bien batido. A esta mezcla añadimos la leche y un buen chorro de AOVE y ya tenemos los ingredientes húmedos mezclados.
Los secos son más sencillos. Simplemente mezclamos la harina con la levadura (se puede echar menos de un sobre o mezclar con bicarbonato) y, posteriormente, agregamos el coco y la mezcla de los ingredientes húmedos. Una vez tengamos la mezcla final comprobamos la textura si modificamos si fuera necesario con más leche o más harina o coco.
Finalmente añadimos los frutos secos, también pueden ser trozos de fruta o de chocolate (>70%), y llevamos al horno, en un molde de silicona o en otro engrasado y con harina, como toda la vida.
Comprobamos a la media hora o 40 minutos aproximadamente (depende de la potencia de cada horno y del molde y altura del bizcocho) pinchando con un cuchillo. Cuando este lo sacamos del horno y dejamos enfriar unos minutos.
Por último, desmoladamos y añadimos la crema de frutos secos y el coco en polvo. Y ¡ya está listo para catar!
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